Aquella maññ aña difereñte Las mañanas de frío de invierno en mi casa eran inolvidables. Los árboles sin hojas y aquel rocío que mojaba las cosas lo hacían especial. Yo me levantaba a las 7:00 de la mañana para 7:20 agarrar la bici e ir al liceo. Pero...
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Aquella maññ aña difereñte Las mañanas de frío de invierno en mi casa eran inolvidables. Los árboles sin hojas y aquel rocío que mojaba las cosas lo hacían especial. Yo me levantaba a las 7:00 de la mañana para 7:20 agarrar la bici e ir al liceo. Pero aquella mañana fue distinta: Los árboles estaban todos en el suelo, ramas por todos lados y techos de vecinos habían sido volados. Una tormenta estaba pasando por allí. Los ríos y arroyos habían crecidos a causa de la tormenta y había casas inundadas. Mirando aquella situación la cual había sufrido la ciudad en la que yo vivía me hicieron olvidar de el computadoras y otros dispositivos habían sido problema o para algunos el milagro: ¡El liceo quemados con la tormenta eléctrica. Los salones había sufrido perdidas y por lo tanto no íbamos a estaban inundados y las paredes llenas de poder ir por varios días! humedad. Había vidrios y ventanas rotas y cortinas en el piso. Aquello era un desastre. Por suerte, mi casa estaba intacta y por lo tan
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