COMO ETNOEDUCADOR, APORTO A LA CONVIVENCIA DE MI REGIÓN El mundo contemporáneo reclama hoy más que nunca actitudes como: la aceptación y el reconocimiento de los otros en cuanto a diferencias de raza, etnia, género, clase social. Es decir, desarrollo de la...
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COMO ETNOEDUCADOR, APORTO A LA CONVIVENCIA DE MI REGIÓN El mundo contemporáneo reclama hoy más que nunca actitudes como: la aceptación y el reconocimiento de los otros en cuanto a diferencias de raza, etnia, género, clase social. Es decir, desarrollo de la capacidad para reconocer y valorar la pluralidad y la diversidad cultural, que necesariamente tienen que ver con valores y por tanto con un desarrollo actitudinal al que poco ha atendido la educación tradicional. Es por eso que la sociedad de hoy necesita unos formadores competentes, autónomos, capaces de trabajar colaborativamente, que contribuyan a la construcción de una nueva realidad, de una sociedad con valores que permitan una convivencia más justa. Para que esto sea posible debemos crear un vínculo entre alumnos, docentes y padres, donde la convivencia debe construirse cotidianamente, mantenerse y renovarse cada día, teniendo como privilegio la comunicación, el respeto mutuo, el diálogo y la participación, solo así generaremos
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