La biblioteca ya no tiene la imagen de sobriedad que tenemos desde siempre, ahora todo ha cambiado, y aunque es verdad que hay veces que no conseguimos el ambiente necesario para una lectura relajada, también es cierto que las visitas, los préstamos, la...
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La biblioteca ya no tiene la imagen de sobriedad que tenemos desde siempre, ahora todo ha cambiado, y aunque es verdad que hay veces que no conseguimos el ambiente necesario para una lectura relajada, también es cierto que las visitas, los préstamos, la familiaridad, las consultas, las sugerencias, atreverse a convertirse en lector de nuevo, ayudar a conseguir la lectura apropiada a la edad de vuestros hijos,... han aumentado considerablemente.
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