Había una vez un señor que se llamaba Don Floripondio no hacía mas que fumar todo el día. En el barrio le llamaban “fumamierdas”. Se pasaba fumando puros, cada día se fumaba alrededor de 7 paquetes de puros. Un día estaba en la reunión del barrio y como...
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Había una vez un señor que se llamaba Don Floripondio no hacía mas que fumar todo el día. En el barrio le llamaban “fumamierdas”. Se pasaba fumando puros, cada día se fumaba alrededor de 7 paquetes de puros. Un día estaba en la reunión del barrio y como siempre estaba fumando y entonces una señora mayor se acerco a Don Floripondio diciéndole: - No ves el cartel que pone: “no fumar aquí”. No se fuma. Acaso no sabe leer. ¡Sinvergüenza! - Fuera de la reunión. No vengas más. - He dicho todo por hoy. Adiós , fuera. Don Floripondio en ese momento estaba confuso. Él intento abrir la puerta para volver a entrar a la reunión , pero la puerta estaba bajo llave. Don floripondio estaba de mala leche y se le ocurrió ir de monte en monte y empezó a fumar un puro. De repente un gato negro olio el mal olor del puro y le atacó. Le araño y le mordió la cara, siguió el camino en busca de un hospital . Llevaba unos cuantos kilómetros andando, cuando por encima de todo, se encontró con una especie de casa
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