Prudencia y corazón perverso Erase una vez, dos hermanos tan distintos como el agua y el aceite, por un lado estaba Abel, hombre prudente, respetuoso y fiel cumplidor de los mandamientos de Dios. Por otro lado Caín, irrespetuoso frente a la ley del Señor y...
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Prudencia y corazón perverso Erase una vez, dos hermanos tan distintos como el agua y el aceite, por un lado estaba Abel, hombre prudente, respetuoso y fiel cumplidor de los mandamientos de Dios. Por otro lado Caín, irrespetuoso frente a la ley del Señor y envidioso frente a la benevolencia del mismo con su hermano, tenía un corazón tan lleno de imprudencia, envidia y rencor que apenas podía ocuparse de latir. Ambos hijos de Adán, crecieron y se fueron formando a través del tiempo, como era de esperarse, Abel se convirtió en un hombre recto y prudente que decidió dedicar su vida al pastoreo de ovejas, mientras que Caín con el paso del tiempo empeoraba, se convertía en una persona vengativa e imprudente en sus decisiones que por obligación terminaría escogiendo el mismo oficio que su hermano. Gracias a la rectitud de sus decisiones Abel logró ser muy bueno en su trabajo además de recibir grandes bendiciones de Dios por su prudencia. Mientras la suerte de Caín empeoraba cada día debido a
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