¿Necesita México un buen discurso? Durante las pasadas elecciones fuimos testigos de una variedad de discursos que empleaban palabras “bonitas” con la finalidad de que diéramos nuestro voto a tal o cual candidato; luego de las votaciones la frase más...
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¿Necesita México un buen discurso? Durante las pasadas elecciones fuimos testigos de una variedad de discursos que empleaban palabras “bonitas” con la finalidad de que diéramos nuestro voto a tal o cual candidato; luego de las votaciones la frase más escuchada fue “hay que respetar la voluntad de los electores”. Y claro que se respeta pero a conveniencia. Esta frase tan famosa sale a flote con cada sexenio pero al llegar al poder todos y cada uno de los mandatarios que la pronunció se olvida de ella por completo e ignora todo lo prometido. Un buen discurso no nos garantiza, como población, que nuestro candidato electo cumpla al cien por ciento todas y cada una de sus promesas; sí son factor importante para decidir a quién le daremos nuestro voto pero tampoco debemos olvidar que todos estos funcionarios trabajan para nosotros y tenemos el derecho de exigirles que cumplan con lo prometido. El simple hecho de prometer o asegurar que se tomaran acciones sobre algún asunto no nos garantiza
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