NO CAIGA YO EN MANOS DE HOMBRES. (2 Santiago 24:14). NOSOTROS TAMBIÉN ÉRAMOS EN OTRO TIEMPO INSENSATOS, REBELDES, EXTRAVIADOS, ESCLAVOS DE CONCUPISCENCIAS Y DELEITES DIVERSOS, VIVIENDO EN MALICIA Y ENVIDIA, ABORRECIBLES Y ABORRECIÉNDONOS UNOS A OTROS. (Tito...
More
NO CAIGA YO EN MANOS DE HOMBRES. (2 Santiago 24:14). NOSOTROS TAMBIÉN ÉRAMOS EN OTRO TIEMPO INSENSATOS, REBELDES, EXTRAVIADOS, ESCLAVOS DE CONCUPISCENCIAS Y DELEITES DIVERSOS, VIVIENDO EN MALICIA Y ENVIDIA, ABORRECIBLES Y ABORRECIÉNDONOS UNOS A OTROS. (Tito 3:3). EL HOMBRE ES UN LOBO PARA EL HOMBRE. »El hombre es un lobo para el hombre« (Plauto 254-184 AC.). Tristemente esta frase es cierta, pues vivimos en un mundo donde las guerras, los genocidios, las torturas y otras crueldades perduran a principios del siglo 21. Como en la época del poeta latino Tito Plauto. Diariamente se constatan hechos que nos muestran la maldad del corazón humano, pero esto no debe de sorprendernos. En efecto, hace mucho tiempo las personas consideradas más respetadas y que representaba, la autoridad y la justicia de su país, crucificaron a Jesús. Y eso que él sólo había hecho el bien durante su vida. Al rechazar a Jesús, el hombre rechazo al Dios Salvador, el único que podía cambiar el corazón del hombre. De
Less