El perdón Quizás el “orgullo” sea la principal causa de que espectaculares amistades acaben, de que, por no ser capaz de pedir perdón o perdonar dejen la amistad de lado y terminen olvidando todo lo que han vivido hasta que al final se convierta en odio,...
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El perdón Quizás el “orgullo” sea la principal causa de que espectaculares amistades acaben, de que, por no ser capaz de pedir perdón o perdonar dejen la amistad de lado y terminen olvidando todo lo que han vivido hasta que al final se convierta en odio, rencor o envidia. Al parecer nuestro “orgullo” nos dificulta la capacidad que, nosotros los humanos, tenemos para perdonar y la de aceptar errores que cometemos o que cometen los demás en nuestra contra. Los jóvenes, en la mayoría de los casos, creemos que al pedir perdón estamos perdiendo nuestra dignidad, porque se tiende a confundir la palabra “perdonar” con “rogar”, estas son totalmente diferente ya que, para perdonar a una persona no es necesario ir de rodillas y decirle: “te perdono”, perdonar va más allá de decirlo, es sentirlo, no importa el daño que te haya causado una persona, perdonarle siempre será el mejor alivio para el alma, te ayuda a expulsar un rencor que se encontraba en tu corazón. ¡Perdonar te ayuda a estar en paz
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