Un tarde de tribuna Ya estamos ubicadas en la cancha, en la tribuna, en el entorno natural de los fanáticos. Solo resta esperar. El equipo se despide del pre- calentamiento con aplausos y vuelve a ser recibido con aun más aplausos, cánticos, gritos de...
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Un tarde de tribuna Ya estamos ubicadas en la cancha, en la tribuna, en el entorno natural de los fanáticos. Solo resta esperar. El equipo se despide del pre- calentamiento con aplausos y vuelve a ser recibido con aun más aplausos, cánticos, gritos de “¡Vamos Ferro!”, papelitos, bengalas en el aire que representan los colores del club. Con el arranque del partido, las cosas comienzan a calmarse, pero aun así continúan las exclamaciones; cuando Ferro alcanza el área contraria los gritos son de aliento, seguidos por aplausos; cuando el árbitro cobra una falta en su contra los gritos son de reclamo y se acompañan con insultos, al igual que cuando no sanciona alguna falta alevosa a favor del local, lo que también genera la indignación en los hinchas. También hay jugadas donde se luce el arquero y es él quien se lleva los halagos. La ira de los fanáticos se descarga cuando algún jugador del equipo contrario debe acercarse a la tribuna: es agredido con inmensa cantidad de insultos. Como todo
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