RELATO DE UNA PERRITA MIMADA Voy a contarles mi historia. Aunque sea una perrita, tengo derecho, ¿no? Me acuesto en mi almohadón y paso a relatar: “Desde que tengo recuerdos, ellos fueron parte de mi vida y quise por igual a los dos. Me habían elegido entre...
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RELATO DE UNA PERRITA MIMADA Voy a contarles mi historia. Aunque sea una perrita, tengo derecho, ¿no? Me acuesto en mi almohadón y paso a relatar: “Desde que tengo recuerdos, ellos fueron parte de mi vida y quise por igual a los dos. Me habían elegido entre otras, en una casa de venta de perros de raza: soy una pequinesa hembra. Yo estaba en una jaula, revolcándome entre papeles cortados cuando los vi, parados muy juntos detrás del vidrio. Me observaron con atención, me saludaron agitando las manos y entonces hice las mejores gracias de mi repertorio, para divertirlos. Entraron al local, conversaron con el vendedor y minutos después me iba en los brazos de ella, mientras él me acariciaba el lomo. Me dijeron sus nombres, Ema y Juan, yo no pude decirles el mío porque aún no lo tenía. Me llevaron a una casa linda, cálida; me guiaron por ella, mostrándome donde iba a dormir: en un cesto forrado con un colchón suave y firme, en el corredor frente al dormitorio de ambos. También podía hacerl
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