vocaciones docentes,
porque quienes nos
ven actuar no encuentran un motivo profundo para seguir las
L
a tarea de educar es una vocación profunda, que nace de la experiencia de interactuar con otro
semejante a manera de donación,
compartiendo el objetivo...
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vocaciones docentes,
porque quienes nos
ven actuar no encuentran un motivo profundo para seguir las
L
a tarea de educar es una vocación profunda, que nace de la experiencia de interactuar con otro
semejante a manera de donación,
compartiendo el objetivo común de crecer
desde adentro juntos.
Una inmensa generosidad que proviene del
amor de ambas partes, amor que no es
otra cosa que la necesidad de vincularse
para soñar metas de ser mejor que cuando
comenzó el encuentro. En realidad, nunca
hay despedida, porque la mutua entrega es
permanente gratitud del bien comunicado
entre ambos.
Educar es estar convencido de que se puede persuadir sin violentar la libertad; que se
puede ser mejor cada día; que las palabras
mueven y el ejemplo arrastra. Que en la actualidad necesitamos menos palabras y más
testimonios; que no es
lo mismo ser un burro
o un gran profesor.
Tenemos carencia de
Educación
Pi
e
de
¿A quien le importa Educar?
La importancia de educar.
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