EL ENCUENTRO CON DIANA.
De la madre de atalanta sabemos que era una reina, pero una reina desdichada
por que no podía dar un hijo al rey. Un heredero al trono.
En aquellos tiempos, en Grecia, no había ciudad, grande o pequeña, que no
tuviese su rey, su...
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EL ENCUENTRO CON DIANA.
De la madre de atalanta sabemos que era una reina, pero una reina desdichada
por que no podía dar un hijo al rey. Un heredero al trono.
En aquellos tiempos, en Grecia, no había ciudad, grande o pequeña, que no
tuviese su rey, su reina, sus príncipes.
El reino de Yaso no era, en realidad, mayor que una sábana, pero su orgullo de
soberano no tenía límites
La noticia del nacimiento de Atalanta no hubiera llegado más lejos de los bosques
donde comenzaba otro reino ni más allá de la colina donde comenzaba un tercero.
Grecia no hubiera ni reído ni llorado. Pero Yaso, en su furor, ya había tomado una
decisión.
A la mañana siguiente alguien descubrió a un águila sosteniendo entre las garras
una colcha roja. La nodriza reconoció esa colcha. Y la reina le dijeron que un
águila se había llevado a su hija de la cuna. Quizás había sido a voluntad de los
dioses. En aquellos tiempos a la gente le daba por culpar a los dioses del mal que
hacía o soportaba, pero la reina lloro l
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