Ser un paciente activo.
Por Mariana Martínez Franco, estudiante de medicina, Universidad de Antioquia.
Hay una característica que por lo regular poseen los infantes, y que a medida que
las personas se acercan a la adultez, pierden: la curiosidad. Esa...
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Ser un paciente activo.
Por Mariana Martínez Franco, estudiante de medicina, Universidad de Antioquia.
Hay una característica que por lo regular poseen los infantes, y que a medida que
las personas se acercan a la adultez, pierden: la curiosidad. Esa necesidad
insaciable de preguntar cada vez más, de buscar nuevos conocimientos; esa
cualidad, es la que ha permitido, en aquellos adultos que no se permiten perderla,
los nuevos descubrimientos en base a los cuales la humanidad se ha
desarrollado.
En la era de la tecnología y el internet, las personas, por fortuna o infortunio,
tienen una posibilidad de acceso rápido y fácil a la información publicada en la red.
Dicha disponibilidad puede considerarse desde sus aspectos beneficiosos: tener a
la mano herramientas de búsqueda permite que la curiosidad que surge en un
instante no pase en vano, y que con ayuda de estas herramientas se sacie la sed
de conocimiento. Y en sus aspectos menos decorosos, se puede observar que: si
bien el tener herra
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