Marina
Por: Félix Raygoza
Tenía tres primaveras que Marina no tenía contacto físicamente con Edgardo. El
destino burlón preparó un escenario para conocerlo por una amiga en común:
Casandra. Edgardo fue abandonado una semana a su suerte en el departamento...
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Marina
Por: Félix Raygoza
Tenía tres primaveras que Marina no tenía contacto físicamente con Edgardo. El
destino burlón preparó un escenario para conocerlo por una amiga en común:
Casandra. Edgardo fue abandonado una semana a su suerte en el departamento
del centro que alquilaban Catrina y Marina, estaba ubicado por la calle 5 de
Mayo y era perfecto para las aventuras que se vaticinaban las dos amigas. ¡Qué
más podían pedir! Tenía tres elementos geográficos para sus travesuras: a menos
de quinientos metros de dos playas legendarias: Olas Altas y Norte, a unas
cuadras del corazón artístico y cultural del puerto, pero sobre todo muy cercanas
a la vida nocturna de los bares del viejo Mazatlán.
Casandra arribó al puerto con el plan de siempre, cazar algún beisbolista del
equipo de los Venados. Ella tenía una fijación por estos hombres robustos, pero su
prima Catrina replicaba:
¡A ti cabrona no te interesa el deporte! No me sueltes el discursito que te gusta
ese juego de mariquitas, más bi
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