Igual que en el templo de Dios en Jerusalén, durante los sacrificios de la mañana y noche, hechos diariamente, señalaban al Cordero de Dios, aún que no había todavía ninguna preparación para recibirlo; así también ocurre hoy, cuando todo los eventos...
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Igual que en el templo de Dios en Jerusalén, durante los sacrificios de la mañana y noche, hechos diariamente, señalaban al Cordero de Dios, aún que no había todavía ninguna preparación para recibirlo; así también ocurre hoy, cuando todo los eventos globales que se despliegan apuntan hacia el retorno del Mesías, y sin embargo aquí también, ninguna preparación significativa se ha puesto en lugar para advertir de de Su día. El Señor Jesús, en su presentación final con respecto a los acontecimientos que vendrían en los días previos a su regreso, mencionó entre otras cosas, guerras monumentales y rumores de guerra.
“Oiréis de guerras y rumores de guerras, pero que os alarméis. Estas cosas deben suceder, pero el final no ha llegado todavía” (Mateo 24:6)
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