Día 1
Caras sonrientes van entrando por la puerta de Jaime. Toca el timbre, la
gente se va aculando, se han formado grupos. Una gran melancolía se
siente en las miradas de los padres preocupados algo temerosos por sus
hijos. Luego de eso suena el energético...
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Día 1
Caras sonrientes van entrando por la puerta de Jaime. Toca el timbre, la
gente se va aculando, se han formado grupos. Una gran melancolía se
siente en las miradas de los padres preocupados algo temerosos por sus
hijos. Luego de eso suena el energético timbre, indicando que los
alumnos entren al auditorio. Una charla algo aburrida termina tras
breves aplausos seguidos de la despedida, ha llegado la hora, los
alumnos van subiendo, las madres angustiadas rompen en llanto. El
motor ruge, el momento de partir ha llegado. Todas las manos se
movían en el aire, se veían tras las ventanas. Animado el bus por llegar
al destino… ¡Por fin!, primera parada, Petoglifos de Checta, el viento nos
refrescaba la cara porque el sol ya nos mataba, fueron muchos gritos al
heladero pidiendo helados y agua, al instante nos cansamos de subir ya
que el calor era insoportable, gotas de sudor caían por las piedras, pero
valió la pena, la vista era hermosa, volvimos al bus ya con el destino fijo
en Canta. La
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