Nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprender por nosotros mismos por ensayo y error, con el paso del
tiempo, ganas la libertad; de estar en clase con seguridad en sí mismo, de decir que pienso, de ensayar nuevas técnicas
para explicar un tema,...
More
Nadie nos enseña a ser profesores y tenemos que aprender por nosotros mismos por ensayo y error, con el paso del
tiempo, ganas la libertad; de estar en clase con seguridad en sí mismo, de decir que pienso, de ensayar nuevas técnicas
para explicar un tema, de cambiar formas y contenidos.
Llego la alegría; de sentirse útil, la alegría de una alta valoración de
mi trabajo.
La Aventura de ser maestro
José Ma.
Esteves
Universidad de Málaga España
La enseñanza es una profesión ambivalente.
En ella te
puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con
una profunda ansiedad; pero también puedes estar a
gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con
pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus
alumnos.
Como casi todo el mundo, yo me inicié en la enseñanza
con altas dosis de ansiedad; quizás porque, como he
escrito en otra parte, nadie nos enseña a ser
profesores y tenemos que aprenderlo nosotros
mismos por ensayo y error.
Aún me acuerdo de mi
primer día de clase: to
Less