"Había una vez una pequeña vicuña llamada Josefina. Ella vivía en las pampas con su mamá y las otras vicuñas. Josefina se sentía muy aburrida. Un día, le dieron ganas de ir al río grande. Quería conocer nuevos amigos. Entonces, fue donde su mamá y le dijo:...
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"Había una vez una pequeña vicuña llamada Josefina. Ella vivía en las pampas con su mamá y las otras vicuñas. Josefina se sentía muy aburrida. Un día, le dieron ganas de ir al río grande. Quería conocer nuevos amigos. Entonces, fue donde su mamá y le dijo: - Mamá, me gustaría mucho ir al río Grande. La mamá le contestó: - Josefina, tú sabes que no debes ir a ese lugar. Está lleno de peligros. Josefina intentó convencer a su mamá de que nada le pasaría, pero al ver que se seguía negando, le dijo: - Está bien, mamá. Te prometo que no iré. Cuando mamá se alejó un poco, Josefina aprovechó para irse corriendo hacia el río Grande. Al llegar, se detuvo a contemplar a todos los pequeños animales que vivían en ese lugar. Cerca de ahí, un cazador vió a Josefina. Él se agachó y empezó a avanzar sigilosamente. El cazador sabía que si hacía ruido, la vicuña se escaparía. Cuando estaba a punto de disparar su escopeta, un cóndor bajó de las alturas. Poniendo en peligro su vida, el cóndor se acercó al
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