LA ASUNCÓN
CONSTRUYAMOS UN MUNDO DE PAZ RESPETANDO Y AMANDO A LOS
DEMÁS
Vivimos y nos movemos en unos días, en unos tiempos demasiado revueltos en los
que todos hablan, hablamos, deseamos la paz, vivir en paz.
¡Que se haga la paz!
Deseo justo, noble,...
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LA ASUNCÓN
CONSTRUYAMOS UN MUNDO DE PAZ RESPETANDO Y AMANDO A LOS
DEMÁS
Vivimos y nos movemos en unos días, en unos tiempos demasiado revueltos en los
que todos hablan, hablamos, deseamos la paz, vivir en paz.
¡Que se haga la paz!
Deseo justo, noble, ansiado.
Pero se mira y desea esa paz como algo externo que nos
ha de venir de fuera, mediada y conseguida por otros.
Se pide que el gobierno, los
políticos, los que están arriba hagan todo lo posible por conseguirla, que cese la
violencia, el terrorismo, adopten medidas, lleguen a acuerdos, dispongan y gobiernen
para que se alcance, para que se haga la paz.
Mientras unos y otros se dedican, nos dedicamos, a quejarnos, criticar las medidas,
murmurar de las actuaciones, discutir reglas, dar opiniones.
Hay pareceres para todos
los gustos, tantos como hombres en el mundo.
¡Pues señores así no construiremos la paz! ¡No, señores, no! Así no llegaremos a la
paz, a la salvación, ni del mundo, ni de sus gentes, ni de las almas.
Lo important
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