La Ley Scout
Todo muchacho sabe perfectamente, porque lo ha experimentado numerosas veces él mismo, que un Juego cualquiera,
para que resulte interesante y divertido de verdad, tiene que fundarse sobre determinadas reglas y normas que deben ser
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La Ley Scout
Todo muchacho sabe perfectamente, porque lo ha experimentado numerosas veces él mismo, que un Juego cualquiera,
para que resulte interesante y divertido de verdad, tiene que fundarse sobre determinadas reglas y normas que deben ser
respetadas por todos y cada uno de los jugadores.
Un partido de fútbol, por ejemplo, requiere, para que satisfaga a quienes lo juegan, una total observancia de sus
numerosas reglas y no basta con dar patadones a la pelota sin ton ni son.
De la misma manera, también el Escultismo,
que se presenta como un "gran juego", exige de los que quieran jugarlo, una estricta observancia de sus normas y sus
reglas.
Estas son, como fácilmente puede comprenderse, la Ley y la Promesa, que sin más, pueden considerarse como el
alma del Escultismo y la base sobre la que se fundamenta la educación moral de los scouts.
Quien no sepa adecuar su conducta y su vida a la Ley y la Promesa, no puede ser en manera alguna, scout, y no puede
participar, por lo tanto, en
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