Érase que se era una cosita. Primero vino el viento y la sopló. Después llegó una señora y la barrió. Por fin, una brisa la empujó hasta la plaza. La Plaza dijo: - Cómo te llamás. Cosita contestó : - No sé. - A qué te gusta jugar - No sé -¿Te gustan los...
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Érase que se era una cosita. Primero vino el viento y la sopló. Después llegó una señora y la barrió. Por fin, una brisa la empujó hasta la plaza. La Plaza dijo: - Cómo te llamás. Cosita contestó : - No sé. - A qué te gusta jugar - No sé -¿Te gustan los helados, sabés armar rompecabezas, te hacés pis en la cama? - No sé. - ¿Volás, caminás o nadás? ¿ Tenés plumas, tenés pico, tenés patas ? - No sé. - ¿Te gustaría saber quién sos ? - Sí- dijo cosita- me encantaría. - Entonces, preguntemos - dijo la plaza con seguridad - alguien nos va a ayudar. - El que puede saber es ese burrito que me está mirando. - No, no - interrumpió la plaza - preguntemos a la estatua, que es muy sabia, porque viene de Inglaterra. . La pobre anda subida en ese burrito de la sierra porque cuando le tocó ser estatua, todos los caballos ya estaban ocupados. Y la Plaza preguntó: - Estatua, usted que es sabia , nos podría decir qué es esta cosita. La Estatua se acomodó los bigotes y contestó muy molesta: - No sé. Si tu
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