La desgracia del padrino
un hombre pobre tenía tantos hijos, que ya no sabía a quién nombrar padrino
cuando le nació otro; no le quedaban más conocidos a quienes dirigirse.
Con
la cabeza llena de preocupaciones, se fue a acostar.
Mientras dormía, soñó lo...
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La desgracia del padrino
un hombre pobre tenía tantos hijos, que ya no sabía a quién nombrar padrino
cuando le nació otro; no le quedaban más conocidos a quienes dirigirse.
Con
la cabeza llena de preocupaciones, se fue a acostar.
Mientras dormía, soñó lo
que debía hacer en su caso: salir a la puerta de su casa y pedir al primero que
pasara aceptase ser padrino de su hijo.
Así lo hizo en cuanto despertó; y el
primer desconocido que pasó, aceptó su ofrecimiento.
El desconocido regaló a
su ahijado un vasito con agua, diciéndole:
- Ésta es un agua milagrosa, con la cual podrás curar a los enfermos; sólo
debes mirar dónde está la Muerte.
Si está en la cabecera, darás agua al
enfermo, y éste sanará; pero si está en los pies, nada hay que hacer: ha sonado
su última hora.
En lo sucesivo, el hombre pudo predecir siempre si un enfermo tenía o no
salvación; cobró grandísima fama por su arte y ganó mucho dinero.
Un día lo
llamaron a la vera del hijo del Rey.
Al entrar en la habitación, vie
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