Recuerdo, con gran nostalgia, los años del colegio, y con ello se me vino a la cabeza aquella vez en
que tuve que presentar mi primer supuesto ensayo.
Palabra que para ese momento era desconocida
para mí.
La profesora estuvo insistiendo en presentar un...
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Recuerdo, con gran nostalgia, los años del colegio, y con ello se me vino a la cabeza aquella vez en
que tuve que presentar mi primer supuesto ensayo.
Palabra que para ese momento era desconocida
para mí.
La profesora estuvo insistiendo en presentar un trabajo escrito, con normas Icontec y una
buena argumentación sobre alguna tesis planteada.
Sin embargo, luego de varias semanas
redactando el trabajo, lo entregué y fue devuelto al día siguiente con una nota baja, junto con los de
varios compañeros de clase.
Esta situación me hizo pensar en la forma cómo se trabaja este tipo de
aspecto en el aula de clase, que para ciertos profesores tiene una connotación distinta a lo que
realmente es hacer un ensayo.
Mi profesora, después de haber devuelto gran cantidad de trabajos,
decidió proponer una nueva fecha de entrega, para la cual, debíamos presentarlo, con la misma
temática, pero corregido.
De esta manera, inicié de nuevo mi tediosa empresa, en la que me vi
expuesto a buscar los elemen
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