EL VENDEDOR DE SOMBREROS
Había una vez había un vendedor de gorras que se llamaba don Gorrín.
Vendía gorras rojas, azules, marrones y verdes.
Pero la gorra que él usaba,
no la vendía: era a cuadros blancos y negros.
-¡Gorras! ¡Gorras! ¡A diez euros cada...
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EL VENDEDOR DE SOMBREROS
Había una vez había un vendedor de gorras que se llamaba don Gorrín.
Vendía gorras rojas, azules, marrones y verdes.
Pero la gorra que él usaba,
no la vendía: era a cuadros blancos y negros.
-¡Gorras! ¡Gorras! ¡A diez euros cada una!.
.
.
Don Gorrín iba muy derecho por la calle: -¿quién compra bonitas gorras?.
.
.
¿Por qué va tan derecho, Don Gorrín?
-Para que no se me caigan las gorras.
¿No ve dónde las llevo? –respondió.
¿Saben dónde las llevaba? ¡Sobre la cabeza!
Era una pila alta de gorras: primero, su gorra a cuadros blancos y negros.
Encima, las gorras rojas; después las gorras azules; más arriba, las gorras
marrones; y encima de todas… las gorras verdes.
-Vendo gorras! ¡A diez euros cada una!.
.
.
¿quién compra gorras?.
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Un día don Gorrín estaba triste porque nadie le compraba gorras.
-¿Qué pasa que nadie me compra gorras esta mañana? ¡Gorras, gorras!.
.
.
Nada, ya era mediodía y no había podido vender ni una gorra.
-Y ahora yo tengo hamb
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