Empezaré exponiendo una realidad incontestable, para luego continuar con una serie de opiniones para
cambiar esa realidad.
Lo cierto es que la ilegalización de las drogas no ha conseguido el fin que se pretendía:
terminar con el tráfico y con el consumo de...
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Empezaré exponiendo una realidad incontestable, para luego continuar con una serie de opiniones para
cambiar esa realidad.
Lo cierto es que la ilegalización de las drogas no ha conseguido el fin que se pretendía:
terminar con el tráfico y con el consumo de drogas.
Ni tan solo ha logrado reducirlos.
Lo único que se ha
conseguido con la prohibición es gastar muchos millones de los contribuyentes en campañas publicitarias
anti-droga, en planes de educación anti-droga, en brigadas policiales anti-droga, etc.
, todo ello sin el menor
resultado satisfactorio.
Si hoy en día las drogas son accesibles incluso en las áreas de máxima seguridad de las prisiones
(convirtiéndose en un negocio altamente lucrativo para los funcionarios de prisiones, dicho sea de paso.
.
.
), ni
siquiera convirtiendo nuestro país en una inmensa cárcel vamos a lograr mantener las drogas fuera del
alcance de aquéllos que quieran consumirlas.
¿No sería más efectivo, por tanto, enseñarles a consumirlas
con cabeza, y a
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