La muñeca enterrada
Mi amiga Clara y
yo, vivíamos en el mismo pueblo, y esa tarde habíamos
quedado para tomar muestras de tierra para un trabajo que
debíamos hacer en clase de Biología.
Nos entretuvimos
mucho hablando y jugando sin darnos cuenta de que...
More
La muñeca enterrada
Mi amiga Clara y
yo, vivíamos en el mismo pueblo, y esa tarde habíamos
quedado para tomar muestras de tierra para un trabajo que
debíamos hacer en clase de Biología.
Nos entretuvimos
mucho hablando y jugando sin darnos cuenta de que
empezaba a caer la noche sobre los solitarios campos de
Montejícar.
Dándonos prisa excavamos por diferentes
lugares para recoger la tierra.
En un inesperado instante mi
amiga gritó: ¡mira lo que hay aquí! y efectivamente, había
algo.
Era una muñeca.
Era aterradora, todo hay que decirlo:
pelo rojo, ojos casi desencajados, y lo más chocante era su
profunda seriedad, algo extraño
Less