n campesino
tenía por amigo a
otro de la corte, y lo
invitó a que fuese a
comer a la campiña.
Mas como sólo
podía ofrecerle trigo y yerbajos, el ratón
cortesano le dijo:
-¿Sabes, amigo, que llevas una vida de hormiga? En
cambio yo poseo bienes en...
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n campesino
tenía por amigo a
otro de la corte, y lo
invitó a que fuese a
comer a la campiña.
Mas como sólo
podía ofrecerle trigo y yerbajos, el ratón
cortesano le dijo:
-¿Sabes, amigo, que llevas una vida de hormiga? En
cambio yo poseo bienes en abundancia.
Ven
conmigo y a tu disposición los tendrás.
Partieron ambos para la corte.
Mostró el ratón
ciudadano a su amigo trigo y legumbres, higos y
queso, frutas y miel.
Maravillado el ratón
campesino, bendecía a su amigo de todo
corazón y renegaba de su mala suerte.
Dispuestos ya a darse un festín, un
hombre abrió de pronto la puerta.
Espantados por el ruido, los dos ratones se
lanzaron temerosos a los agujeros.
Volvieron luego a buscar higos
secos, pero otra persona
incursionó en el lugar, y al verla, los dos
amigos se precipitaron nuevamente en
una rendija para esconderse.
Entonces el ratón de los campos,
olvidándose de su hambre, suspiró y
dijo al ratón cortesano:
-Adiós, amigo, veo que comes hasta
hartarte y que estás muy sati
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