Leído Señor Sostres:
Debido a la cercanía con la que puedo abordar este tema, ya que mi madre es y ha sido durante mucho
tiempo camarera de pisos, creo que tengo el derecho (si, ese tipo de cosas que se le otorga al ser
humano al nacer, señor Sostres) y...
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Leído Señor Sostres:
Debido a la cercanía con la que puedo abordar este tema, ya que mi madre es y ha sido durante mucho
tiempo camarera de pisos, creo que tengo el derecho (si, ese tipo de cosas que se le otorga al ser
humano al nacer, señor Sostres) y casi la obligación de reflejar mi subjetiva opinión acerca de su
artículo, ya que no tengo las competencias para juzgar a DFK ni a cualquier otro tipo de incidente
parecido que haya ocurrido de esta forma.
Conozco un amigo en cuya casa trabaja una chica de América del Sur (no me negará, señor Sostres,
que no puedo usar un tópico mayor, eh?) haciendo las labores del hogar.
Me cuenta que también, al
igual que su ejemplo de camarera de piso de hotel de lujo, le hace ojitos, se ríe de todo y se deja ver
en posturas sinuosas.
Pero hay una diferencia, señor Sostres.
Mi amigo es más de ese tipo de hombre que se preocupa por los demás, y conoce al dedillo la historia
de esta chica.
Podríamos decir “eh, tú, negándote a tal ofrecimiento, que
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