FIN
Ya hace veinte años, veinte años que siento este sentimiento, esta emoción y
esta felicidad cada vez antes de subir encima del escenario.
Cuando veo al
público gritar mi nombre se me pone la piel de gallina, y eso se repite concierto
tras...
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FIN
Ya hace veinte años, veinte años que siento este sentimiento, esta emoción y
esta felicidad cada vez antes de subir encima del escenario.
Cuando veo al
público gritar mi nombre se me pone la piel de gallina, y eso se repite concierto
tras concierto.
Pero este último fue distinto, muy extraño, por primera vez en mi carrera no
podía salir a actuar, era incapaz.
Y yo, allí, detrás del escenario estaba oyendo
a la gente gritar y gritar mi nombre como de costumbre para que saliera, pero
ellos en aquel momento no sabían que yo, en mi definitivo concierto no saldría.
¿Por miedo? No lo sé.
Quizás era incapaz de abandonar mi público, sus gritos,
su felicidad y veinte años de mi vida para siempre.
Nunca me había parado a pensar en eso, ni tan solo la noche anterior a mi
última aparición, seguramente porque tampoco se me había pasado por la
cabeza en ningún momento.
Y ahora después de que me haya pasado y haya reflexionado, no puedo
encontrar una respuesta coheren
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