o os asustéis! LiOS monstruos que presentamos aquí no son, en modo alguno, peligrosos.
¡Os harían reír si ios vieseis tai
como son!.
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Alguno de grandes fauces abiertas
que parece que va a tragarse los hombres enteres no es más que la caiwza de un...
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o os asustéis! LiOS monstruos que presentamos aquí no son, en modo alguno, peligrosos.
¡Os harían reír si ios vieseis tai
como son!.
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Alguno de grandes fauces abiertas
que parece que va a tragarse los hombres enteres no es más que la caiwza de un pececillo; esa
otra visión de pesadilla, ese enorme pulpo, no es
otra cosa que una simple araña, y esos hipocampos (caballitos de mar) no han sido pescados en
el país de las maravillas, sino en el golfo de Arcachón (Francia), donde Juan Painlevé ha obtenido muchas de sus más bellas fotogi^fías submarinas con prodigiosos efectos de óptica, logrados por la ampliación cinematográfica.
Juan Painíevé, hijo del gran sabio y hombre de
Estado francés que la República amiga perdió
hace un año, ha conquistado con sus trabajos, en
plena juventud, un merecido renombre como biólogo audaz y enterado.
Para conocer todos los
aspectos de la vida en el fondo de los mares, aun
los más misteriosos, Juan Painlevé no vacila en
colocarse la escafandra, y, pro
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