Matrioska Hace mucho, mucho tiempo, un carpintero salió de su cabaña y recorrió lentamente el camino hacía el bosque, en busca de un buen tronco para tallar. En un claro del bosque, el viejo carpintero vio un tronco tan hermoso como nunca antes había visto....
More
Matrioska Hace mucho, mucho tiempo, un carpintero salió de su cabaña y recorrió lentamente el camino hacía el bosque, en busca de un buen tronco para tallar. En un claro del bosque, el viejo carpintero vio un tronco tan hermoso como nunca antes había visto. Lo cogió y lo llevó a casa. Era un hermoso tronco, con el que, sin duda, debía fabricar algo muy especial. Durante varios días, no supo qué hacer. Finalmente una mañana, despertó y decidió hacer una muñeca. Puso el tronco sobre la mesa de trabajo y empezó a tallarla suave y delicadamente. Cuando la terminó, le gustó tanto, que decidió no ponerla en venta y la colocó en su mesilla de noche. Le puso por nombre Matrioska. Cada mañana, el carpintero se levantaba y la saludaba cortésmente, antes de iniciar sus tareas: —Buenos días, Matrioska. Un día tras otro repetía la misma expresión, hasta que una mañana, un tenue susurro le respondió: —Buenos días. El carpintero quedó tremendamente impresionado y repitió: —Buenos días, Matrioska... —
Less