XVI
María seguía con su mirada los círculos que él iba dibujando al remover su
café.
Movía y removía el contenido de la taza con su mano izquierda, mientras
que con la derecha la agarraba.
Era difícil darse cuenta que él no podía estirar
el brazo más allá...
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XVI
María seguía con su mirada los círculos que él iba dibujando al remover su
café.
Movía y removía el contenido de la taza con su mano izquierda, mientras
que con la derecha la agarraba.
Era difícil darse cuenta que él no podía estirar
el brazo más allá de la mitad de la mesa y que el acto de sujetar la taza era una
forma de hacer que ese brazo tonto tuviese alguna utilidad.
María seguía el
movimiento circular de la cucharita totalmente absorta, hasta que escuchó la
voz de José.
- Gabriel nunca me habló de ti- Le dijo tras beber un pequeño sorbo de su
café mientras con disimulo escrutaba el rostro de esa mujer de pelo
llamativo.
- A mí sí me habló de ti- Le dijo ella con voz grave y segura a la vez que
sus ojos abandonaban la cucharita para fijarse directamente en los de él.
José tenía una mirada dulce.
Los ojos verdosos y achinados parecían reírse
aun cuando el resto del rostro permaneciera serio.
Era como un niño grandote.
Su cuerpo indicaba que había rebasado con creces l
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