Marx dijo que “la religión es el opio del pueblo” y otros grandes pensadores son escépticos de las religiones. Sin embargo todavía en este país de idiotas, el instrumento político más poderoso sigue siendo la religión, instrumento y manopla de hierro que...
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Marx dijo que “la religión es el opio del pueblo” y otros grandes pensadores son escépticos de las religiones. Sin embargo todavía en este país de idiotas, el instrumento político más poderoso sigue siendo la religión, instrumento y manopla de hierro que impide el progreso y que limita una dinámica de libertad intelectual para actuar de forma paralela con aquellos que carecen de todo, especialmente de acceso a una educación sin reservas.
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