Parte de nuestros deseos son naturales, y otra parte son vanos deseos; entre los
naturales, unos son necesarios y otros no; y entre los necesarios, unos lo son para la
felicidad, otros para el bienestar del cuerpo y otros para la vida misma.
Conociendo...
More
Parte de nuestros deseos son naturales, y otra parte son vanos deseos; entre los
naturales, unos son necesarios y otros no; y entre los necesarios, unos lo son para la
felicidad, otros para el bienestar del cuerpo y otros para la vida misma.
Conociendo
bien estas clases de deseos es posible referir toda elección a la salud del cuerpo y a
la serenidad del alma, porque en ello consiste la vida feliz.
Pues actuamos siempre
para no sufrir dolor ni pesar, y una vez que lo hemos conseguido ya na necesitamos
de nada más.
Por eso decimos que el placer es el principio y fin del vivir feliz.
Pues
lo hemos reconocido como bien primero y connatural, y a partir de él hacemos
cualquier elección o rechazo, y en él concluimos cuando juzgamos acerca del bien,
teniendo la sensación como norma o criterio.
Y puesto que el placer es el bien
primero y connatural, no elegimos cualquier placer, sino que a veces evitamos
muchos placeres cuando de ellos se sigue una molestia mayor.
Consideramos que
muchos
Less