“Cuando el voto se convierte en un desafío"
Dirigirnos hacia las urnas debería ser algo más que un evento cualquiera
en nuestra agenda.
El hecho de que seamos adolescentes, no siempre es
sinónimo de inmadurez, y que mejor esta ocasión para demostrarlo;...
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“Cuando el voto se convierte en un desafío"
Dirigirnos hacia las urnas debería ser algo más que un evento cualquiera
en nuestra agenda.
El hecho de que seamos adolescentes, no siempre es
sinónimo de inmadurez, y que mejor esta ocasión para demostrarlo;
aunque decidir a quién debemos entregarle nuestro voto, no sea algo
sencillo.
Los medios encargados de repartir información, no suelen poner de su
parte, lo que no beneficia a la población; entonces, la mejor arma es
convertirnos en nuestros propios maestros.
Puede ser que nos sintamos influidos por los medios, presionados por
nuestras familias o bien por amigos.
Esta última posición, juega un papel
muy importante, ya que no nos gusta vernos discriminados por pensar
diferente y podemos dejarnos llevar por ellos.
Otorgar un voto influenciado, puede convertirse en una pesadilla a corto
plazo; debemos dejar pasa tiempos juveniles a un lado y reflexionar de
que un voto es mucho más que una rayita en un gran papel, de que nos
están dando
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