Y… ¿qué pasó con Noviembre?
Estaba paseando a mis perros, en una noche tranquila de domingo, todo parecía normal y
despejado, pero de repente como una bengala de ayuda, estaban los 23 focos rojos y verdes
en la ventana de una vieja casa, con el típico...
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Y… ¿qué pasó con Noviembre?
Estaba paseando a mis perros, en una noche tranquila de domingo, todo parecía normal y
despejado, pero de repente como una bengala de ayuda, estaban los 23 focos rojos y verdes
en la ventana de una vieja casa, con el típico sonido de “jingle bells” cantando por el chillido
desafinando del aparato mismo, y decidí dejar toda actividad y escribir este artículo.
Noviembre, empieza con todos los santos, termina con San Andrés, bueno esto se decía antes
de que este mes pasara por una crisis existencial muy cruda y casi incurable.
Desde ya
algunos años, la gente con la alegría de la navidad, y con esto quiero decir, el estrés de no
encontrar el regalo perfecto, la desesperación por hacer el mejor pavo para los suegros,
ganarle en decoración a la vecina que presume con sus luces importadas de Europa, en fin,
toda esta “felicidad” (véase que se usa como ironía), hace que la gente diga la frase que se
repite todos los años –“El próximo año lo hago con mas tiempo”-,
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