Os damos la bienvenida a este nuevo curso 2009/2010, que, sin que suene a expresión hecha, afrontamos con renovadas ilusiones.
Os queremos presentar en este número un proyecto y un país que tiene para la Fundación y para los Corazonistas un sabor muy...
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Os damos la bienvenida a este nuevo curso 2009/2010, que, sin que suene a expresión hecha, afrontamos con renovadas ilusiones.
Os queremos presentar en este número un proyecto y un país que tiene para la Fundación y para los Corazonistas un sabor muy especial: Perú y las obras misioneras que Hermanos y laicos llevamos adelante junto a los peruanos.
Perú se nos hace muy especial porque encarna lo más esencial de lo que llevamos entre manos: humanizarnos a través de la cercanía con el necesitado. También es el espejo en el que contrastaremos la realidad de nuestras palabras.
Cualquier análisis crítico y acertado evidencia el gran abismo que separa al “Norte” del “Sur”. De una de esas mitades decimos que está excluida.
Tal vez debamos preguntarnos junto a Casaldáliga quiénes son los auténticos “excluidos”.
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