Una noche, sentado frente a mis amigos, surgió la idea de publicar mis textos.
¿Para qué he de publicarlos si todos ustedes ya los han leído? –les pregunté.
Unos respondieron con seriedad y otros con mofa.
-Ahí lo tienes –añadieron.
Lo que quisieron...
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Una noche, sentado frente a mis amigos, surgió la idea de publicar mis textos.
¿Para qué he de publicarlos si todos ustedes ya los han leído? –les pregunté.
Unos respondieron con seriedad y otros con mofa.
-Ahí lo tienes –añadieron.
Lo que quisieron decir es que habrá quienes me lean con seriedad y otros lo tomarán como lo que son: textos.
No pretendo decir la verdad en ellos pero tampoco, supongo, está alejado de la realidad.
Pero sí quiero hacer la advertencia de que ninguna línea fue escrita para herir susceptibilidades ni tampoco como ataque. Todo lo contrario, fueron escritas para divertirme escribiendo; la publicación, digamos, fue meramente una confabulación de los “bichos”. Así les llamo a mis amigos.
Y aquí están para usted, que con todo el corazón espero sean de su agrado.
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