LA HUÍDA
El autobús salió de la estación a las 15:00 en punto.
Era un martes y viajaban pocas
personas.
El viaje sería muy largo, aproximadamente serían 6 días de viaje desde Quito
hasta Buenos Aires y de allí irían hasta la Tierra del Fuego, en donde...
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LA HUÍDA
El autobús salió de la estación a las 15:00 en punto.
Era un martes y viajaban pocas
personas.
El viaje sería muy largo, aproximadamente serían 6 días de viaje desde Quito
hasta Buenos Aires y de allí irían hasta la Tierra del Fuego, en donde pensaban que nadie
los encontraría.
- ¿Compraste el agua y los bocadillos?
- Pues claro que si, ¿acaso no estabas ahí conmigo?
- No seas grosero.
- Lo siento, tengo demasiada presión.
- Yo también.
Ana apoyo la cabeza en la ventana y observó a la gente fuera del autobús, tal vez
despidiéndose de sus seres queridos y esperando que regresaran pronto y que el viaje
fuera bien, sin ningún contratiempo.
Pensaba en Alfonso Pérez, que habrá sido de aquel
pobre hombre.
La última vez que lo vio estaba en calzoncillos atado de pies y manos, con
un pañuelo atado en la boca y la miraba con tanto odio.
Al despedirse le había dicho, lo
siento Pérez, perdóneme.
Pero sabía que esa traición no tenía perdón, Pérez jamás se los
iba a perdonar.
-
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