EL LOCO DE LOS PASTELES
Nunca antes había incursionado en el negocio de la pastelería.
Fue después de haber
tomado un curso gratuito en una escuela de gastronomía y de haberme quedado sin
empleo que decidí abrir mi propio negocio.
Me decidí por los...
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EL LOCO DE LOS PASTELES
Nunca antes había incursionado en el negocio de la pastelería.
Fue después de haber
tomado un curso gratuito en una escuela de gastronomía y de haberme quedado sin
empleo que decidí abrir mi propio negocio.
Me decidí por los pasteles porque en verdad no se hacer otra cosa más que eso - bueno y
la contabilidad, pero eso no cuenta-; así que cambié números y cuentas por pasteles y
escaparates que huelen a pan.
Incluso el profesor de la escuela dijo que nunca había visto
a un alumno con una capacidad de aprendizaje como la mía; que mis pasteles de
chocolate con avellanas eran “sencillos pero impresionantes”; así que muy orgulloso hice
una selección de recetas, unas que me dio el profesor, otras que leí en Internet, y después
de mucho deliberar llegué a la conclusión de que iba a abrir mi Pastelería.
Se llamaría “La Coqueta” porque mis pasteles serían para mi como una señorita, bonita
pero discreta.
Estaría decorada con escaparates, cortinas, mesas, sillas y una
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