¿Una MAQUINA DE FOLLAR? ¡no podía serlo! su piel era piel, o lo parecía, y su lengua
cuando entró en mi boca al besarnos, no era mecánica... cada movimiento era distinto, y
respondía a los míos. Me lancé inmediatamente, le arranqué la blusa, le metí mano en...
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¿Una MAQUINA DE FOLLAR? ¡no podía serlo! su piel era piel, o lo parecía, y su lengua
cuando entró en mi boca al besarnos, no era mecánica... cada movimiento era distinto, y
respondía a los míos. Me lancé inmediatamente, le arranqué la blusa, le metí mano en las
bragas, hacía años que no estaba tan caliente; luego nos enredamos; de algún modo
acabamos de pie... y la entré de pie, tirándole de aquel pelo largo y rubio, echándole la
cabeza hacia atrás, luego bajando, separándole las nalgas y acariciándole el ojo
del culo mientras le atizaba, y se corrió... la sentí estremecerse, palpitar, y
me corrí también.
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