Chucho fue a visitar, en Terapia Intensiva, a su vecino
japonés, víctima de grave accidente automovilístico.
Encontró al amigo japones todo entubado.
Era tubo por aquí, tubo por allí.
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Cables por todos lados.
Se quedó allí
parado, en silencio, al lado...
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Chucho fue a visitar, en Terapia Intensiva, a su vecino
japonés, víctima de grave accidente automovilístico.
Encontró al amigo japones todo entubado.
Era tubo por aquí, tubo por allí.
.
Cables por todos lados.
Se quedó allí
parado, en silencio, al lado de la cama del amigo de ojitos
cerrados, sereno, reposando con todos aquellas
mangueras conectadas a su pequeńo cuerpo.
De repente, en un momento dado, el japonés con los ojos casi fuera
de órbita,
grita:
- t a : SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI
MASHUTA!!!
Dicho eso, suspiró y murió.
Las últimas palabras del amigo amarillo quedaron
grabadas en la mente del tipo.
En el último día del novenario, y después de la
misa por el fallecido, Chucho se aproxima a la
madre y a la viuda.
.
.
abrazándolas les dice:
- Doña Fumiko y doña Shakita, mi amigo Fuyiro,
segundos antes de morir, me dijo estas palabras
que no consigo olvidar:
o n SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI
MASHUTA !!! .
¿Qué quieren decir?
La madre de Fuyiro se desmayó casi al i
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