¿LE DIGO QUE SÍ?
yer en el descanso, mientras comía ponqué con
gaseosa en el kiosco se me acercó la niña bonita del
salón, sus ojos querían decirme algo.
Dije –hola- y
hablamos de todo
un poco.
Insinúo
contarme cuan
triste estaba, pero
se retractó...
More
¿LE DIGO QUE SÍ?
yer en el descanso, mientras comía ponqué con
gaseosa en el kiosco se me acercó la niña bonita del
salón, sus ojos querían decirme algo.
Dije –hola- y
hablamos de todo
un poco.
Insinúo
contarme cuan
triste estaba, pero
se retractó
haciendo una leve
sonrisa.
No quise
presionar y
continúe la charla
como si nada pasara.
De pronto comenzó a decirmedecepcioné a mis padres y a mí misma, ¿tú me
entiendes verdad? – asenté con la cabeza que si,
pero aún no asimilaba de que me estaba hablando.
Callé por unos minutos y escuché el relato de un
corazón triste y desilusionado.
Ella dijo: “Un viernes a eso de las 10 de la noche
cuando llegué a la fiesta de Natalia.
Pablo había
prestado la casa.
Ese chico era encantador,
fascinante y lindo.
Bailamos toda la noche y se
comportó como un caballero, noté que siempre me
seducía.
Fui a la fiesta porque sabía que era en su
casa y… ¡claro! Él estaría.
No te lo puedo negar,
cuando lo conocí me enamoré.
Pasábamos horas
enteras habla
Less