El Í!
de las obras representabíes, una vez extinguido su glorioso monopolio por el teatro
de Bayreuth, constituye, un aeoniecimienpoblaciones encuentra eco y celebración.
Barcelona, que tanto y tan brillantowagnerista, no ha querido rezagarse tampoco en...
More
El Í!
de las obras representabíes, una vez extinguido su glorioso monopolio por el teatro
de Bayreuth, constituye, un aeoniecimienpoblaciones encuentra eco y celebración.
Barcelona, que tanto y tan brillantowagnerista, no ha querido rezagarse tampoco en esta ocasión.
Y en el presente número recoge-mos y consignamos el recuerdo especial de esta notable efeméride artística, qae algún día registrarán, piadomundo ha conocido otro gran asombro:
Wagner.
Gasí todos hemos sido sus contemporáneos, recordamos su muerte y las
últimas fases de su existencia, hemos cruzado nuestra palabra con los que le trataron.
Y, no obstante, parece esa historia
lejana y brillante como un mito, como la
leyenda de un titán, ya que para encontrar una medida de hombre y de potencia
hemos podido contemplar cara á cara, hay
que remontarse á los días de Miguel Anla vez como actualidad cotidiana y como
solemne consagración histórica, como cosa
de ayer y como algo que parece ya ennoY la conciencia
tan insólito valor
Less