Don Quijote de la Mancha
Narrador: en un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme vivía un hidalgo…
En sus ratos libres, que eran los más del año, se daba a leer libros
de caballerías.
Quijote: ¡al ataque! ¡Mis valerosos caballeros!
Antonia:...
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Don Quijote de la Mancha
Narrador: en un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme vivía un hidalgo…
En sus ratos libres, que eran los más del año, se daba a leer libros
de caballerías.
Quijote: ¡al ataque! ¡Mis valerosos caballeros!
Antonia: por favor, tío debe comer algo…
Sirvienta: ¡que deje de leer!
Narrador: … era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de
rostro; gran madrugador y amigo de la caza.
…y tanto abuso de la lectura… que perdió el juicio.
Se lleno la cabeza de todo lo que leía: encantamientos, pendencias,
batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y
disparates imposibles.
Rematado su juicio le pareció conveniente y necesario hacerse
caballero andante e irse por el mundo en busca de aventuras. Era
evidente que el mundo lo necesitaba con urgencia, según los
agravios que pensaba deshacer. Sin embargo, para que todo fuera
como dios manda, debía encontrar un nombre para su caballo y otro
para si mismo. Cuatro días se le pasaron en imaginar e
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