CAPITULO II
Ideas propias
Bastante lejos de donde estaba Jacqueline, se encontraba Adrián.
Estaba en una academia cursando
sus estudios de director de cine.
Adrián era un muchacho de veintitrés años, atlético y buen mozo.
Tenía una profunda vocación por...
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CAPITULO II
Ideas propias
Bastante lejos de donde estaba Jacqueline, se encontraba Adrián.
Estaba en una academia cursando
sus estudios de director de cine.
Adrián era un muchacho de veintitrés años, atlético y buen mozo.
Tenía una profunda vocación por el
séptimo arte.
Estaba en el tercer año de su carrera.
Había realizado varios cortos de ficción y le iba
bastante bien.
El cine de suspenso le encantaba y esperaba poder realizar una historia con el estilo del
PROYECTO BLAIR WICHT.
Una historia que sorprendiera por su contenido, donde el espectador se sintiera conmovido.
Una
historia donde él pudiera volcar sus investigaciones sobre fenómenos paranormales.
Adrián sabia que
la creencia en fantasmas estaba instalada en diferentes países y pensaba obtener testimonios de
leyendas.
Filmar diferentes lugares que eran considerados embrujados.
Esas filmaciones servirían para promocionar turísticamente, a varios pueblos pequeños desconocidos.
De esta forma el joven director contaba
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