Siendo la noche más corta del año, debería ser breve, pero creo
que me he enrollado un poco, allá voy (esperando que mi escrito no
les parezca un "petardo")…
Con mi esposa fuimos a cenar en casa de unos amigos.
Estaban
algunos portugueses, tres catalanes,...
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Siendo la noche más corta del año, debería ser breve, pero creo
que me he enrollado un poco, allá voy (esperando que mi escrito no
les parezca un "petardo")…
Con mi esposa fuimos a cenar en casa de unos amigos.
Estaban
algunos portugueses, tres catalanes, un italiano, una francesa.
.
.
Me
sentía de lleno metido en la Eurocopa.
Además de varios mexicanos
(siempre coincido con alguno y acabo comiendo picante).
El partido,
decidido con un gol de España en los primeros minutos (que no vi, ya
que llegamos tarde) y luego con la pobre Francia intentando no se
sabe qué (a pesar de los “Allez” de Sylvie).
A la media parte, lo mejor
del partido: nos levantamos con nuestros platitos de plástico y
cenamos los deliciosos platos que habíamos llevado.
Queso, gambas,
una ensalada deliciosa, aceitunas, patatas, fuet… Camino de mi
séptimo viaje a rellenar el plato, mi mujer me dijo “basta”.
Me tuve
que conformar con un poco de coca (el postre) y un par de pedazos
de pastel de manzana.
Acabado el
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