Nº 187 • Abril • 2005
“C
onócete a ti mismo y el universo
te pertenecerá” podía leerse en
el frontispicio del templo de Delfos.
Realizarse es actualizar las propias potencialidades, es hacer que crezca lo que está presente en germen.
Es exactamente...
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Nº 187 • Abril • 2005
“C
onócete a ti mismo y el universo
te pertenecerá” podía leerse en
el frontispicio del templo de Delfos.
Realizarse es actualizar las propias potencialidades, es hacer que crezca lo que está presente en germen.
Es exactamente
“llegar a ser lo que somos”.
De modo más
inminentemente práctico, conocerse mejor
aumenta las posibilidades de funcionar mejor y, en términos organizativos, nos permite gestionarnos mejor y liderar mejor a nuestros equipos
En relación con nosotros mismos, conocer
nuestras capacidades y nuestras limitaciones
es el medio más seguro de desarrollarnos lo
mejor posible.
En relación con los demás nos ayuda a comprender nuestros propios prejuicios y, en consecuencia, buscar ante todo lo que podemos
hacer para mejorar la comunicación, en lugar de reprochar a los demás el ser diferentes de nosotros.
Con otras palabras, y según dice Pierre Covan, a todos nos han repartido, de salida,
unas cartas para jugar bien en el juego de la
vida, pero necesi
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