Macario1
Juan Rulfo
Estoy sentado junto a la alcantarilla aguardando a que salgan las ranas.
Anoche,
mientras estábamos cenando, comenzaron a armar el gran alboroto y no pararon de
cantar hasta que amaneció.
Mi madrina también dice eso: que la...
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Macario1
Juan Rulfo
Estoy sentado junto a la alcantarilla aguardando a que salgan las ranas.
Anoche,
mientras estábamos cenando, comenzaron a armar el gran alboroto y no pararon de
cantar hasta que amaneció.
Mi madrina también dice eso: que la gritería de las ranas le
espantó el sueño.
Y ahora ella bien quisiera dormir.
Por eso me mandó a que me sentara
aquí, junto a la alcantarilla, y me pusiera con una tabla en la mano para que cuanta rana
saliera a pegar de brincos afuera, la apalcuachara a tablazos.
.
.
Las ranas son verdes de
todo a todo, menos en la panza.
Los sapos son negros.
También los ojos de mi madrina
son negros.
Las ranas son buenas para hacer de comer con ellas.
Los sapos no se comen;
pero yo me los he comido también, aunque no se coman, y saben igual que las ranas.
Felipa es la que dice que es malo comer sapos.
Felipa tiene los ojos verdes como los
ojos de los gatos.
Ella es la que me da de comer en la cocina cada vez que me toca
c
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