El despertar de Júnior
Esa madrugada Júnior se despertó con sabor a sangre en la boca.
Ya se lo
habían advertido pero como él sabía que no le iba a pasar, pues, no le dio
importancia al asunto.
Lo primero que hizo fue ver si aún Tito estaba...
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El despertar de Júnior
Esa madrugada Júnior se despertó con sabor a sangre en la boca.
Ya se lo
habían advertido pero como él sabía que no le iba a pasar, pues, no le dio
importancia al asunto.
Lo primero que hizo fue ver si aún Tito estaba
durmiendo.
Le sorprendió que no sólo Tito si no también Papo ya hubiera
recogido sus bártulos y estarían quien sabe dónde porque aún la mañana no
arrancaba.
Amontonó lo suyo y buscó entre sus cosas el vasito de recoger en la luz.
Creyó que tenía hambre o por lo menos necesitaba sacarse ese sabor a sangre
como fuese.
El tráfico fluía sin prisa.
Se desplazó hasta el semáforo que
compartía con Tito.
Lo buscó pero nada, no estaba.
Decidió acomodar sus
bolsas plásticas cerca del cruce de la luz.
La cantidad de vehículos
aumentaba con el pasar de los minutos y Tito no aparecía.
-Que se chave, a
veces él comienza sin mí-, se dijo.
Hacia meses que trabajaba esa luz con Tito, de hecho fue Tito quien se lo
sugirió.
Le
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